Holita, vecinita/vecinite/vecinito. Me presento.
Me llamo Rocío, mis apellidos son Pérez Martínez y me puse <<La Pequeña>> como nombre artístico porque me llamaban así en mi pueblo y me gusta tener presente de dónde vengo.
Soy ilustradora, graduada en Bellas Artes, y monitora de ocio y tiempo libre.
Nací en Molina de Segura, en Murcia. Siempre he sido una zagala muy cariñosa y con mucho genio a la vez. De pequeña quería ser cantante, pero el universo me regaló otras cualidades.
Amo ir a conciertos, invierto mucho dinero en eso. Me encantan los animales. Besar hocicos y darles de comer me hace inmensamente feliz. Me flipa comer y me gusta mucho la naturaleza, ir de camping, la ropa de segunda mano, dormir en la playa, las fiestas de pijamas, comerme el tronco de la lechuga pelado y el flamenco.
Mi palabra favorita es <<peliagudo>>, que significa <<difícil de explicar, difícil de entender>>, y mi frase favorita es << A tomar por culo>>. Me encanta bailar, escribir y dibujar.
Dibujo desde que me recuerdo a mí misma y desde pequeña me ha maravillado representar la figura humana, dibujar desnudos y la acuarela. Aunque creo que el grafito es <<mi medio>>.
Hice el Bachiller de Artes Plásticas y en algún momento de ese proceso, alguien me preguntó si no me planteaba ser ilustradora. Mi respuesta fue que <<para nada>>, pero era evidente que no sabía muy bien qué era, ni las posibilidades que tenía.
Estudié Bellas Artes en la Universidad de Murcia y después hice un año de ilustración en la Escuela de Arte.
He tenido millones de trabajos diferentes (vamos a exagerar un poco, Roci) y siempre los he ido compaginando con la ilustración, hasta que decidí tirarme a la piscina y probar a ver si era capaz de vivir de lo que más me apasiona. Así que esto que ves aquí es el proyecto de mi vida.
Hay mil cosas que no sé hacer bien todavía, me organizo como puedo para encargarme de todas las tareas que esto conlleva y, sobre todo, cuido mucho mi cabeza y mi cuerpo para poder ofrecerte lo que creo que es lo mejor de mí.
Me levanto pensando en este proyecto y me acuesto pensando exactamente en lo mismo. Incluso a veces lo sueño, por si, por lo que sea, no le dedicara las suficientes horas al día.
No diría que está siendo un camino especialmente fácil, pero ahora mismo no me imagino mi vida de otra manera y, además, me están acompañando muchas personas que hacen que la pena pese menos y la alegría ocupe más.
Si has llegado hasta aquí leyendo, éste es tu momento. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS infinitas por querer formar parte de esto, por confiar en mí y en mi trabajo,
por consumirlo, por leerlo, por compartirlo y por hacer que esto sea posible. Por acompañarme en este comienzo, en esta locura, en este sueño.
Con todo mi estómago y con toda mi piel GRACIAS.
Pequeña